
En el siguiente contenido te presentamos un resumen y te mostraremos cuales son los principales cambios de las Guías para reanimación cardiopulmonar (RCP) y atención cardiovascular de emergencia (ACE) de la American Heart Association (AHA) del 2020 (Guías AHA 2020 Pediátrico), además, adjuntamos algoritmos en español para una mejor compresión, también en nuestro blog, te contaremos acerca del soporte vital básico y avanzado en pediatría.
Soporte vital básico y avanzado: Pediátrico
Nuestro curso soporte básico de vida con aspectos avanzados, en el cual puedes observar el contenido completamente gratis y en el que estamos actualizando de acuerdo con las nuevas directrices para la reanimación cardiopulmonar (RCP) y atención cardiovascular de emergencia (ACE) de la American Heart Association (AHA) del 2020, te explicamos que el concepto de soporte vital es amplio y es entendido como el conjunto de directrices que incluyen maniobras, actividades o procedimientos para el abordaje de una serie de trastornos, enfermedades o lesiones que amenazan la vida, incluyendo el paro cardiorrespiratorio, la asfixia o ahogamientos, así mismo, te explicamos que en el soporte vital básico (algunas personas lo llaman RCP básico) se realizan maniobran no invasivas, mientras que, en el soporte vital avanzado, al que también lo llaman RCP avanzado se realizan maniobras invasivas.
A continuación, te mostramos un resumen de las recomendaciones de soporte vital básico (SVB) y de soporte vital cardiovascular avanzado (SVCA) pediátrico 2020.
- La frecuencia de ventilación asistida recomendada se incrementó a 1 ventilación cada 2 a 3 segundos (20-30 ventilaciones por minuto) para todas las situaciones de reanimación pediátrica.
- Usar tubos endotraqueales con balón para reducir la fuga de aire y la necesidad de intercambiar tubos en pacientes de cualquier edad que requieran intubación.
- No se recomienda el uso rutinario de presión cricoidea durante la intubación.
- Se debe administrar adrenalina tan pronto como sea posible, idealmente en un plazo de 5 minutos a partir del inicio del paro cardíaco con un ritmo no desfibrilable (asistolia y actividad eléctrica sin pulso).
- En el caso de los pacientes con vías arteriales, el uso de los parámetros obtenidos de la presión arterial continua, puede mejorar la calidad de la RCP.
- Después del RCE (Retorno de la Circulación Espontánea), se debe evaluar a los pacientes para descartar convulsiones, estado epiléptico y cualquier ataque convulsivo se deben tratar.
- Los pacientes deben contar con una evaluación y un apoyo formal para abordar sus necesidades físicas, cognitivas y psicosociales.
- En la reanimación por choque séptico es adecuado titular el manejo de líquidos, con infusiones de adrenalina o noradrenalina si se necesitan vasopresores.
- Es razonable la reanimación equilibrada de componentes sanguíneos para lactantes y niños con un shock hemorrágico.
- El tratamiento de sobredosis de opiáceos incluye RCP y la administración oportuna de naloxona tanto por parte de reanimadores legos (personas diferentes a profesionales o auxiliares en salud) o entrenados.
- En los niños con miocarditis aguda que presentan arritmias, bloqueo cardíaco, cambios en el segmento ST o bajo gasto cardíaco, presentan un alto riesgo de paro cardíaco. El traslado rápido a una unidad de cuidados intensivos es importante, y algunos pacientes pueden requerir soporte circulatorio mecánico o soporte vital extracorpóreo (SVEC).
- Los lactantes y los niños con enfermedades cardiacas congénitas y fisiología de ventrículo único que se encuentran en el proceso de reconstrucción por etapas, requieren consideraciones especiales en el manejo del soporte vital avanzado pediátrico.
- En el tratamiento de la hipertensión pulmonar, puede incluirse el uso de óxido nítrico inhalado, prostaciclina, analgesia, sedación, bloqueo neuromuscular, la inducción de alcalosis o tratamiento de rescate con soporte vital extracorpóreo.
Algoritmos y ayudas visuales:
En este aspecto las nuevas guías AHA 2020 en pediatría, actualizaron todos los algoritmos, además, de varios cambios importantes para mejorar el entrenamiento visual.
- Se agregó un sexto eslabón a la cadena de supervivencia pediátrica para PCIH (Paro Cardiaco IntraHospitalario) y PCEH (Paro Cardiaco ExtraHospitalario), en lactantes, niños y adolescentes, el nuevo eslabón: RECUPERACIÓN.
- Fueron adicionados dos nuevos algoritmos de emergencia asociada al consumo de opiáceos tanto para reanimadores legos (personas diferentes a profesionales o auxiliares en salud) como aquellos entrenados.


Actualización del algoritmo de paro cardíaco pediátrico y el algoritmo de bradicardia pediátrica con pulso.
- Ahora el algoritmo de taquicardia pediátrica con pulso cubre tanto taquicardias de complejo estrecho como ancho.
- Hay una nueva lista de chequeo o comprobación para la atención posparo cardíaco pediátrico.
Principales cambios de las guías AHA 2020 pediátrico
Cambios en la frecuencia de ventilación asistida, ventilación de rescate: Actualización, en lactantes y niños con pulso, pero con esfuerzo ventilatorio inadecuado o inexistente, es razonable realizar 1 ventilación cada 2 o 3 segundos (20-30 ventilaciones/min).
Cambios en la frecuencia de ventilación asistida, frecuencia de ventilación durante la RCP con un dispositivo avanzado para la vía aérea: Cuando se realiza RCP avanzado en lactantes y niños con un dispositivo avanzado para la vía aérea, puede ser razonable usar un rango de frecuencia respiratoria de 1 ventilación cada 2 a 3 segundos (20 a 30 ventilaciones/min), teniendo en cuenta la edad y la afección clínica del paciente. Debido a que las frecuencias de ventilación más altas, al menos 30 ventilaciones/min en los lactantes [menos de 1 año] y al menos 25/min en los niños mayores se asocian con mejores índices de RCE (Retorno de la Circulación Espontánea) y de supervivencia.
Tubos Endotraqueales (TE) con balón: Se recomienda el uso de TE con balón para intubar a niños y lactantes, por la menor necesidad de cambios de tubo y reintubación. Pero se debe se debe prestar atención al tamaño del tubo, la posición y la presión de inflado del balón (menos de 20 a 25 cmH2O).
Presión cricoidea durante la intubación: Debido a que reduce los índices de éxito de la intubación y no reduce el índice de regurgitación, no se recomienda el uso rutinario de presión cricoidea durante la intubación.
Énfasis en la administración temprana de adrenalina: Es razonable administrar la dosis inicial de adrenalina en un plazo de 5 minutos desde el comienzo de las compresiones torácicas. Especialmente cuando el ritmo no es desfibrilable ya que mejora la supervivencia y la respuesta a las descargas.
Monitoreo invasivo de la presión arterial para evaluar la calidad de la RCP: En pacientes que cuentan con una vía arterial al momento del paro se recomienda la monitorización de la presión arterial diastólica para evaluar la calidad de la reanimación, al menos, 25 mmHg en los lactantes y al menos de 30 mm Hg en los niños más grandes.
Detección y tratamiento de convulsiones luego del RCE: Si hay disponibilidad se recomienda el uso de monitoreo electroencefalográfico continuo para la detección de convulsiones tras el paro cardíaco en pacientes con encefalopatía persistente. Si hay convulsiones o estado epiléptico no convulsivo se debe tratar.
Evaluación y apoyo para los sobrevivientes de paro cardíaco: se recomienda valorar la necesidad de rehabilitación, así como evaluación neurológica continua por lo menos durante el primer año posterior al paro cardíaco. Esta valoración debe ser integral e incluir paciente y cuidadores.
Shock séptico:
- Bolos de líquidos: administrar líquidos en dosis de 10 ml/kg o 20 ml/kg con titulación constante, evaluar a los pacientes después de cada bolo de líquido.
- Elección de vasopresores: para lactantes y niños con shock séptico refractario a líquidos, es recomendable utilizar adrenalina o noradrenalina como una infusión vasoactiva inicial, sino no hay disponible estos se puede usar dopamina.
- Administración de corticoides: en lactantes y niños con shock séptico que no responden a líquidos y que requieren asistencia vasoactiva, puede ser razonable considerar la administración de corticoides con dosis de estrés.
Shock hemorrágico: para lactantes y los niños con shock hemorrágico hipotensivo después de un traumatismo, es razonable administrar hemoderivados.
Sobredosis de opiáceos: en caso de paro ventilatorio, la ventilación de rescate o la ventilación con bolsa mascarilla debe mantenerse hasta que vuelva la ventilación espontánea y las medidas estándares de soporte vital básico o avanzado pediátrico deben realizarse si no se reanuda la ventilación espontánea. Si el paciente tiene pulso palpable, pero sin ventilación normal o solo jadeos (paro respiratorio), además de proporcionar soporte vital básico o avanzado, se recomienda administrar naloxona intramuscular o intranasal. En el paciente que está en paro cardiaco la prioridad será RCP de alta calidad más que el uso de la naloxona.
Miocarditis: debido al riesgo de arritmias, bloqueo cardíaco, cambios en el segmento ST o gasto cardíaco bajo, se recomienda el traslado de estos pacientes a UCI para su monitoreo. En el caso de miocarditis o cardiomiopatía y un gasto cardíaco bajo refractario, el uso de SVEC (Soporte Vital Extracorpóreo) o el apoyo circulatorio mecánico pueden ser benéfico. Cuando el paciente entra en paro cardiopulmonar se debe tener claro la necesidad de RCP extracorpórea.
Hipertensión pulmonar: se recomienda el uso de óxido nítrico inhalado o la prostaciclina, se deben utilizar como tratamiento inicial para abordar las crisis hipertensivas pulmonares o la insuficiencia cardíaca derecha aguda secundaria a una mayor resistencia vascular pulmonar, en niños con alto riesgo de crisis hipertensivas pulmonares, se proporcionan analgésicos, sedantes y bloqueantes neuromusculares adecuados.
En el tratamiento inicial de crisis hipertensivas pulmonares, la administración de oxígeno y la inducción de alcalosis a través de la hiperventilación o la administración de álcali pueden ser útiles mientras se administran vasodilatadores específicos pulmonares. En casos refractarios al tratamiento se puede considerar el soporte vital extracorpóreo.
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Referencias:
- Executive summary: 2020 American Heart Association Guidelines for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care. Circulation.
- ASPECTOS DESTACADOS de las Guías de la AMERICAN HEART ASSOCIATION del 2020 PARA RCP Y ACE.